El pasado 27 de mayo, la nación Tk’emlúps te Secwépemc en Columbia Británica anunció el hallazgo de restos no documentados de 215 niñes en el cementerio de la escuela residencial de Kamloops. Semanas después, se registraron otros 751 restos no identificados en el cementerio de la Escuela Residencial Marieval, en el territorio de la Nación Cowessess dentro de lo que hoy se conoce como la provincia de Saskatchewan, estos hallazgos sin embargo no son una excepción a la norma, son la norma.
A la par de la invención del estado Canadiense se decidió iniciar un proyecto genocida arrebatando a les niñes de las comunidades nativas americanas para ingresarlos de manera forzada a internados en iglesias católicas, se calcula que al rededor de 150 mil niñes pasaron por estos internados, donde se les borraría cualquier rastro de su identidad como miembros de comunidades Indígenas Nativas Americanas, esto es, prohibirles el uso de su lengua, vestimenta y vinculación con su espiritualidad, aunado a los malos tratos documentados como abuso sexual, violencia física y psicológica, la noticia que nos llega ahora es parte del descubrimiento de un sistemático genocidio que generaría la perdida de sus vidas, la fragmenteción familiar y el despoblamiento de las comunidades indígenas.
Este proyecto genocida operó desde finales de 1899 hasta 1997 cuando cerro el ultimo de estos internados, el proyecto era una parte de todo un entramado colonial por robar las tierras indígenas y borrar a las Primeras Naciones del proyecto Colonial. La resilencia de las Naciones Nativas ha logrado trascender en la necesidad de encontrar verdad y justicia que les fue negada durante más de cien años, este proceso apenas comienza, solamente se han revisado las inmediaciones de siete internados faltan 132 más en las que desenterrar la verdad.
Canadá que se presenta como una de las naciones con mayor respeto a los derechos humanos y un ejemplo de civilidad, es en contraposición una nación cuyo colonialismo sigue implementándose en megaproyectos en contra de naciones indígenas dentro y fuera de su territorio, ya sea con gasoductos pasando por las tierras sagradas de la nación de Wet’suwet’en o en los megaproyectos mineros en todo latinoamerica, no habrá que engañarse de su presentación educada esta imperio ha promovido con brutal represión sus políticas coloniales de forma legal o no y lo seguirá haciendo mientras siga siendo conducido por los intereses del capitalismo colonial.
El 1° de Julio se cumplieron 126 años de este proyecto colonial llamado Canadá y el llamado no es solamente a cancelar un festejo que se erige sobre la vida de miles de niñes torturados y asesinados, también a destruir los símbolos del proyecto colonial, ya la digna rabia lo ha expresado derrumbando las estatuas de Colonialistas e incendiando iglesias cómplices en el genocidio, es imperante destruir ese absurdo sentimiento nacionalista de imperios y reconstituir los históricos derechos negados.
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